No a los Peajes

Hemos conocido el documento que el PSOE ha enviado a la Comisión Europea con las medidas a aplicar en España como contraprestación a los fondos que vamos a recibir. Entre las medidas propuestas se encuentra la de aplicar peajes a autovías y autopistas del estado.

En Miranda sabemos bien lo que suponen los peajes, al haber tenido la concesión de autopista mas larga de la historia del país. La Ap-1, pensada para una concesión de 20 años, perduró 44 años. Por dicho motivo la N-1 se convirtió en una trampa mortal que padecimos y sufrimos.

Desde Izquierda Unida hemos participado e impulsado junto con otros colectivos durante décadas las movilizaciones por la liberalización de la AP-1. No vamos a ser cómplices de ninguna política que nos devuelva a ese pasado oscuro que tanto nos costo dejar atrás.

Las infraestructuras víales, así como lso servicios se tienen que sufragar con impuestos progresivos y no con estas medidas regresivas. Tal y como recoge el artículo 31 de la constitución debemos aplicar mayores impuestos a quien más tiene. Incluso el FMI, institución neoliberal, recomienda subir los impuestos a los grupos ricos y las empresas altamente rentables.

No podemos permitir que mientras empresas como Amazon se libren de pagar impuestos en este país, los/as trabajadoras tengan que soportar aún más sobre sus espaldas la carga fiscal. Quieren abocarnos a elegir entre más precariedad o lanzarnos a carreteras secundarias a jugarnos la vida.

No vamos a permitir que las infraestructuras las usen quienes más tienen pero menos aportan y se lo haremos llegar al Gobierno. Por eso la semana pasada desde Izquierda Unida Castilla y León solicitamos al Ministerio una reunión en la que pedir aclaraciones y mostrar nuestro rechazo.

Nuestro concejal Guillermo Ubieto estará presente y trasladara nuestra propuesta para sostener dichas infraestructuras, la fiscalidad progresiva. Si el gobierno quiere fomentar la movilidad sostenible tiene que invertir en transporte público, ferrocarril especialmente.

La transición ecológica no puede recaer sobre las clases populares, sobre quienes en proporción están aportando mucho más que las grandes rentas y las multinacionales. La movilidad sostenible también tiene que ser justa y por eso lucharemos.

Advertiremos a su vez al gobierno que si no se retracta y abandona sus intenciones, seremos los y las primeras en hacer un llamamiento a la movilización social.