Denunciamos como la Junta mantiene vacías plazas en la Residencia de Callejonda
El gobierno regional de PP y Vox mantiene una sala de 34 camas vacías y hasta un total de 50 por no contratar al personal necesario
Una de las situaciones que más ha sensibilizado a la sociedad durante la pandemia es la de las residencias donde viven nuestras personas mayores.
Siempre hemos reclamado unos servicios públicos dignos y suficientes para atender las necesidades de este sector de población que tan mal lo ha pasado.
Las residencias públicas son una garantía para que, independientemente de su situación económica, nuestros mayores puedan acceder a infraestructuras adaptadas a su grado de dependencia y con plantillas profesionales capaces de atender sus necesidades básicas.
La Junta de Castilla y León ha priorizado durante años privilegiar al sector privado, ocasionando problemas y molestias a la gente mayor y sus familias. Los costes de la privada y las deficiencias de su modelo de gestión afectan negativamente al servicio y las personas usuarias. No hace falta recordar cómo se demostraron estos extremos durante la pandemia.
En Miranda contamos con una residencia pública dependiente de la Junta de Castilla y León: la Residencia mixta para mayores Don Francisco Hurtado de Mendoza y Doña María Mardones Miranda de Ebro.
Esta infraestructura cuenta con un total de 194 plazas, algunas de ellas adaptadas para un alto grado de dependencia. Sin embargo a día de hoy hay unas 50 plazas sin cubrir, siendo especialmente grave el caso de la unidad de convivencia con 34 camas vacías aun estando totalmente equipada y que la Junta tiene cerrada.
Desde Izquierda Unida queremos denunciar esta situación y exigir a la Junta de Castilla y León la contratación del personal necesario y la apertura de esta sala, así como las medidas necesarias para ocupar todas las camas.
No es de recibo que muchas personas mayores tengan que acudir a la privada pagando un dinero que en ocasiones ni tienen, o ser destinadas a cientos de kilómetros de sus familias mientras se disponen de plazas vacías en Miranda.
Esta situación que sufrimos desde hace más de un año y medio es inadmisible y tenemos que revertirla cuanto antes por el bien de nuestras personas mayores.
El modelo de la derecha y la ultraderecha PP-Vox quiere acabar con los servicios públicos poniendo en peligro la propia salud de nuestra gente, no se lo vamos a permitir, haremos todo lo que sea necesario para que esas plazas ofrezcan servicio a nuestros/as vecinas y para que se contrate a personal, generando empleo en nuestra ciudad.