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Conseguimos que Miranda se adhiera a la Red Internacional La Ciudad de los niños y las niñas

Se compromete el Ayuntamiento a invertir en proyectos de trayectos seguros a los colegios, consejos de participación y promoción de suelo público para el peatón

El pleno municipal de Mayo ha aprobado por unanimidad la moción presentada por Izquierda Unida solicitando la adhesión a la red internacional de la ciudad de los niños y las niñas. De esta forma el Ayuntamiento de Miranda se compromete a invertir en infraestructuras de movilidad sostenible, participación de la infancia en las decisiones públicas y otros proyectos.

En 1991 comenzó en Italia a tejerse lo que hoy conforma la “Red Internacional de LA CIUDAD DE LOS NIÑOS”: ciudades que siguiendo las premisas de Francesco Tonucci, psicopedagogo italiano, buscan un nuevo modelo de ciudad y por tanto un nuevo modelo de vida que ofrecer a sus ciudadanos.

Son ciudades que atienden a la demanda medioambiental y de los propios vecinos de otro tipo de movilidad urbana más verde y sostenible; donde se trabaja para asegurar un equilibrio entre todas las formas de movilidad.

Donde se descentra el protagonismo y prioridad que ha tenido y tiene “el coche”, influyendo de manera determinante en el diseño de nuestras ciudades, y que ha relegado sin lugar a dudas a un plano muy secundario al resto de vecinos especialmente a los más vulnerables a nivel de movilidad como son los niños y niñas, las personas mayores o las personas con discapacidad.

Ciudades que entienden que el estudio y replanteamiento del espacio público, dotándole de un propósito que atienda a las necesidades reales de sus ciudadanos en cuanto a abrigo, encuentro, juego u ocio mediante procesos de participación activa.

Devolverá la vida a las calles regenerando los vínculos deshilachados entre los vecinos y su entorno. Ciudades que no sólo priorizan el fin u objeto comercial de su suelo público para que ningún sector de la población, bien sea por edad, economía o interés se quede atrás.

Que entienden que el modelo de vida propiciado hasta ahora, en el que todo se vive de puertas para adentro de nuestros hogares, vacía nuestras calles generando un ambiente más hostil y desarraigado y favorece modelos de consumo poco autosustentables que acaban destruyendo nuestro tejido social y económico.

En LA CUIDAD DE LOS NIÑOS se toma como parámetro de cambio al niño y se promueven dos aspectos pedagógicos fundamentales en la infancia: la autonomía y la participación. Francesco Tonucci planteó “que si una ciudad está bien pensada, diseñada y creada para que un niño o niña de unos 6/7 años pueda moverse de manera autónoma por ella es también una ciudad bien pensada, diseñada y creada para todo el resto de la ciudadanía”.

No es un proyecto meramente para la infancia pero sí acerca el eje de cambio a la altura de los niños para hacer luego extensible los objetivos de bienestar a todo el resto de estratos sociales. Para que los niños y niñas sean nuestro futuro también han de ser parte de nuestro presente. Que se sientan incluidos en el desarrollo de sus entornos los vinculará de manera medular con sus ciudades, les dotará de conciencia y responsabilidad.

Encontrar vías libres para que su voz llegue a las gestoras competentes les despertará inquietudes y se acercarán a otras realidades.

Se nos brinda la oportunidad de construir un verdadero proyecto de futuro para nuestras ciudades y de recuperar el vínculo con ellas reivindicando y dotando de sentido el espacio público. El camino está ya hecho, sólo tenemos que tomarlo.

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